Reformas extremas: De construcciones abandonadas a casas contemporáneas
Cómo actualizar y dar una segunda oportunidad a casas de campo abandonadas, antiguos establos, viejos graneros y molinos en ruinas o desuso.
De elementos preexistentes, a veces deteriorados por el paso del tiempo o el abandono, surgen verdaderas joyas. Algunas edificaciones robustas, pero vetustas, se pueden exprimir al máximo consiguiendo ambientes únicos que mezclen lo tradicional y artesanal con lo industrial y vanguardista. Apreciar y revalorizar lo antiguo no es incompatible con aportar un aire nuevo y actual a un proyecto. En estas rehabilitaciones se establecen unas relaciones que podemos llamar simbióticas entre lo antiguo y lo nuevo, donde cada uno se aprovecha del otro pero, al mismo tiempo, cada uno potencia y ensalza las cualidades del otro. Se crea así un diálogo y un contraste entre el pasado y el presente que genera resultados únicos. Analizamos algunos de los puntos que hay que tener en cuenta en estas obras singulares.
Respetar lo existente. Estudiar con detalle la construcción de partida y decidir qué conservar, qué utilizar y qué descartar es el primer paso. Muros de piedra de gran espesor, vigas o pilares de madera o elementos singulares de valor artístico o artesanal son algunos de los elementos que han de tenerse en consideración.
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Redistribución de los espacios habitables. De acuerdo con el programa de necesidades y objetivos que se tenga, se hará necesaria la redistribución parcial o total de la construcción existente. Ello implicará la realización de demoliciones y ampliaciones que alterarán el aspecto general de lo existente y que debemos visualizar en conjunto desde el inicio.
Garantizar las condiciones adecuadas de habitabilidad suele ser una de las problemáticas más comunes ya que estas construcciones a menudo no cumplen con las normativas de construcción y habitabilidad o carecen de los elementos e instalaciones necesarios para conseguir un confort interior óptimo. Fontanería, electricidad, calefacción y climatización son instalaciones que tendremos que incluir en la obra, siendo conveniente que se trate de sistemas que no desvirtúen el carácter de la rehabilitación. En este sentido se puede optar, por ejemplo, por suelos radiantes y algún modelo adecuado de chimenea que evite la inclusión de radiadores, ya que en estos ambientes tienden a resultar elementos chocantes.
Garantizar las condiciones adecuadas de habitabilidad suele ser una de las problemáticas más comunes ya que estas construcciones a menudo no cumplen con las normativas de construcción y habitabilidad o carecen de los elementos e instalaciones necesarios para conseguir un confort interior óptimo. Fontanería, electricidad, calefacción y climatización son instalaciones que tendremos que incluir en la obra, siendo conveniente que se trate de sistemas que no desvirtúen el carácter de la rehabilitación. En este sentido se puede optar, por ejemplo, por suelos radiantes y algún modelo adecuado de chimenea que evite la inclusión de radiadores, ya que en estos ambientes tienden a resultar elementos chocantes.
Incorporación de nuevos materiales. Tanto para la realización de las ampliaciones como para las redistribuciones de nuevos espacios o servicios, se hará imprescindible la incorporación de nuevos materiales. El carácter de la rehabilitación dependerá en gran medida del acierto en la elección de estos y de su disposición. A través de los nuevos materiales y sus formas se establecerán esas relaciones simbióticas con lo antiguo de tal forma que pasado y presente se potencien y beneficien.
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Conservar la piedra. Es el material de la construcción inicial que por excelencia se conserva o recupera y, en menor medida, el ladrillo y ciertos elementos de madera, hierro o forja. Como materiales para los nuevos elementos, destaca principalmente el uso del hormigón o mortero de cemento en todas sus variantes. Utilizado en formas geométricas limpias, casa perfectamente con la piedra y sirve para acabar y rematar las formas y volúmenes de nuestro programa en armonía con lo existente.
Que no falte la madera. Bien para recuperar elementos antiguos, bien como parte de los nuevos elementos es otro imprescindible en carpinterías, solados o mobiliario. Los enlucidos lisos de yeso y pintura blanca ayudarán a crear las nuevas distribuciones interiores, potenciando las texturas de lo antiguo.
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En sintonía. El acero corten, de aspecto áspero y oxidado, es otro material que ayuda a crear los nuevos elementos en armonía con lo antiguo. Por otro lado, hay una serie de materiales y formas que se deberían evitar en una rehabilitación cuidadosa y contemporánea, como aquellos que parecen antiguos sin serlo o los elementos constructivos que se asocian a un estilo rústico. Cualquier acción encaminada a mimetizarse con lo antiguo entra en conflicto con ello, alejándose de la relación simbiótica y positiva a la que nos hemos referido anteriormente que sin embargo aportan materiales y acabados más actuales.
Vale la pena. En cualquier caso, debemos tener muy en cuenta una última observación: el volumen de obra de cualquier rehabilitación, a pesar de contar con elementos preexistentes, es bastante grande y, en consecuencia, el coste de la misma suele ser elevado. Si bien es cierto que lo merece ya que los resultados suelen ser excepcionales.
CUÉNTANOS…
¿Te gustan las casas antiguas y rústicas por fuera que esconden interiores cien por cien contemporáneos? Comparte tu opinión en los comentarios.
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Llevar la luz a los interiores es el primer reto. Es característico en las construcciones antiguas la presencia de pocas aberturas y de escaso tamaño, que apenas iluminan y ventilan el interior. Prácticamente la totalidad de las actuaciones de rehabilitación contemplan la necesidad de ampliar los huecos existentes y crear otros nuevos, así como cambiar las carpinterías y ventanales.