¿Natural o sintética? Dos fibras diferentes con un denominador común
Ambas se trabajan de forma artesanal y visualmente se parecen. Te contamos sus diferencias y las ventajas de cada una de ellas.
Las fibras naturales, después de unos años de declive, están volviendo con fuerza a la decoración del hogar. Entre sus muchas ventajas destacan su calidez y el toque acogedor que dan a cualquier estancia, ya sea a través de muebles, objetos decorativos o lámparas. Sin embargo, en los últimos años las materias sintéticas se han perfeccionado mucho y han aparecido productos mejor adaptados para exterior, que no necesitan apenas mantenimiento y que cuentan con una vida útil más larga. Muchas firmas ofrecen versiones del mismo mueble en fibra natural o sintética, en función de si se quiere para uso interior o exterior. Te contamos las ventajas e inconvenientes de cada una de la mano de Vicente Pons, director comercial de Point, una empresa española que trabaja con ambos materiales.
La primera y más obvia de las diferencias entre la fibra natural y la sintética es que la primera “es un material vivo, por lo tanto reacciona ante el oxígeno y el hidrógeno”, explica Vicente Pons. Eso quiere decir que se deteriora con el paso del tiempo, sobre todo cuando se encuentra a la intemperie. Además va cambiando de color por el efecto del sol. Eso mismo le da un aspecto muy natural, pero puede ser un inconveniente cuando se trata de muebles y elementos para jardín. Por contra, la fibra sintética dura más tiempo con menor mantenimiento. La limpieza es el punto fuerte de la sintética ya que basta con un trapo o una manguera para eliminar la suciedad.
En el mercado existen una gran cantidad de materiales sintéticos. En el caso particular de Point, trabajan con “una fibra sintética propia que se llama Shintotex, que no se deteriora ante la acción del sol o el aire, aunque intentamos que su aspecto se asemeje al máximo a la fibra natural”, afirma Vicente Pons. Debido a su resistencia, “la fibra sintética se utiliza para exterior, aunque también la mezclamos con materiales naturales como la madera o el ratán, para darle un aspecto más natural al mueble”, continúa.
En la imagen, colección Round de Point diseñada por Francesc Rifé, que combina tejido sintético y teca natural.
Asientos de exterior: Crea rincones para disfrutar del buen tiempo
En la imagen, colección Round de Point diseñada por Francesc Rifé, que combina tejido sintético y teca natural.
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Para Point, la fibra natural es la insignia de la casa, con la que llevan trabajando desde sus orígenes. “Cuando se fundó la empresa en 1920 no existían este tipo de materiales artificiales, así que trabajaban las materias naturales como el mimbre”, cuenta Antonio Pons. “Normalmente reservamos la fibra natural para mobiliario de interior, pero también se puede utilizar para porches que están resguardados”, continúa. La fibra natural es un material noble y posee la calidad de lo natural, al tiempo que transmite calidez y elegancia. Un buen ejemplo de ello es la colección Kif (en la imagen), uno de los clásicos de la empresa. Se trata de un conjunto de mesa y silla diseñados por Ximo Roca. Su estructura es de acero inoxidable mientras que el cuerpo está tejido con médula de ratán.
Esparto, mimbre y ratán: Conecta tu hogar con la naturaleza
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Zeros es otro de los diseños más reconocibles de la marca. Esta silla ligera, elegante y actual es también fruto de la colaboración entre Point y Ximo Roca. Se trata de una pieza que tiene una versión para interior realizada en médula de ratán y acero inoxidable y otra en fibra sintética para exteriores. Además se presenta en dos tonos: blanco marfil y tostado.
Cálidas y elegantes, las fibras naturales vuelven con fuerza
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En cuanto a la manipulación de la fibra sintética el proceso es completamente artesano, es decir, se usan las mismas técnicas que para trabajar la natural.
En lo que difieren es en que las bovinas de la fibra sintética son continuas, mientras que los filamentos de la natural tienen un máximo de 3 metros.
Vicente explica así una de las diferencias durante el manipulado: “Una de las dificultades de la técnica de trabajar la fibra natural es esconder los cabos finales de cada uno de los filamentos que se utilizan. Esto es algo que no es necesario en la sintética”.
En la imagen, colección Tunis de Expormim, realizada en fibra sintética.
En lo que difieren es en que las bovinas de la fibra sintética son continuas, mientras que los filamentos de la natural tienen un máximo de 3 metros.
Vicente explica así una de las diferencias durante el manipulado: “Una de las dificultades de la técnica de trabajar la fibra natural es esconder los cabos finales de cada uno de los filamentos que se utilizan. Esto es algo que no es necesario en la sintética”.
En la imagen, colección Tunis de Expormim, realizada en fibra sintética.
Pero no todo son ventajas con las fibras sintéticas, en particular a nivel productivo en lo relativo al ensamblaje. Por ejemplo, “la fibra natural se puede clavar sobre una estructura de madera; sin embargo, con la sintética es necesario soldar el plástico, por lo que la técnica es diferente y un poco más compleja”, revela Vicente.
Más imágenes de terrazas aquí
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En cuanto al color, la fibra natural “permite cualquier acabado porque basta con aplicarle un producto al final del proceso”. En la sintética, el color ya viene determinado por la propia bobina.
“Lo que hacemos en Point es experimentar con otros colores, por ejemplo, mezclando varias fibras sintéticas diferentes. Aunque es verdad que la propia bobina sintética no es homogénea en color y va variando ligeramente, lo cual le da también un aspecto más natural, similar al de la fibra vegetal”, cuenta Vicente Pons.
Bajo esa premisa de experimentar con el tono, Point ha lanzado la silla y mesa Charleston (en la imagen), diseñadas por Alfonso Gallego. Ambas incluyen un estampado en el trenzado que combina tonos marfil y tostado.
¿Y TÚ?
¿Qué prefieres? ¿La naturalidad de la fibra natural o la practicidad de la sintética? Cuéntanoslo en la sección de comentarios.
“Lo que hacemos en Point es experimentar con otros colores, por ejemplo, mezclando varias fibras sintéticas diferentes. Aunque es verdad que la propia bobina sintética no es homogénea en color y va variando ligeramente, lo cual le da también un aspecto más natural, similar al de la fibra vegetal”, cuenta Vicente Pons.
Bajo esa premisa de experimentar con el tono, Point ha lanzado la silla y mesa Charleston (en la imagen), diseñadas por Alfonso Gallego. Ambas incluyen un estampado en el trenzado que combina tonos marfil y tostado.
¿Y TÚ?
¿Qué prefieres? ¿La naturalidad de la fibra natural o la practicidad de la sintética? Cuéntanoslo en la sección de comentarios.
En la imagen, versión de exterior con fibra sintética del sillón Basket de Nana y Jørgen Ditzel producido por Kettal.