Proyecto BARCELONA [Eixample]
Al tratarse de un espacio de dimensiones reducidas he dividido la tarima en dos zonas dejando una isla central de grava como pieza de transición aportando profundidad al conjunto y ampliándolo visualmente.
La grava sirve como elemento de sonido. Al ser pisada, el sonido te transporta a un ambiente natural, al campo, la montaña... permitiéndote evadirte de la ciudad.
He utilizado una piedra redondeada para que pueda ser pisada descalzo y tener una experiencia sensorial mayor.